El Club Balonmano Iznalloz femenino llegó a militar en División de Honor, la máxima categoría del deporte na-cional, entre 2002 y 2004, tras permanecer en la élite desde 1998, que fue cuando se alcanzó la categoría de plata (Primera Nacional), luego de tres campañas en Segunda. No obstante, a nivel local debe destacarse tam-bién el cometido que llevaron a cabo jugadoras del pueblo en los años previos a su fundación, que tuvo lugar en 1994, un arrojo que permitió lograr éxitos en los Juegos Provinciales y que puso las bases para conformar un club, hacerlo competitivo y lograr ascensos encadenados, aunque sucesivamente con cada vez menos elementos del pueblo en la plantilla. La piedra angular del proyecto -de principio a fin- fue Antonio Ríos Pardo, impulsor, presidente durante una década y director deportivo los últimos años.
El inicio de todo fueron, por tanto, las competiciones provinciales de principios de los años 90, cuando jóvenes deportistas del pueblo empezaron a sentir atracción por la práctica de este bello deporte, concentrándose para representar a Iznalloz en los Juegos Provinciales de Diputación, de la mano del maestro Antonio Baena, expe-riencia que llevó aparejada una serie de éxitos en cuanto a resultados, que abrieron las puertas a un proyecto de club federado, que vio la luz, como hemos dicho, en 1994. Tuvo inequívocamente un componente de rebeldía y reivindicación femenina, en el seno de un pueblo que a nivel de deporte vivía casi únicamente del fútbol que practicaban los varones, con la paradoja de que fueron fundamentalmente varones los que, entre bastidores, ayudaron decisivamente a que todo fuese posible. También influyó el boom que vivió el balonmano granadino la temporada 94-95 al alcanzar el Huétor Tájar masculino la Liga Asobal.
Creado el club, pronto las metas se ampliaron exponencialmente, siendo necesario abandonar la sede local -aun manteniéndose como entidad representativa de Iznalloz- y buscar abrir horizontes en polideportivos homologa-dos cubiertos. La contrapartida fue que, conforme se subía de categoría y los objetivos eran más ambiciosos, menos participación de acatuccitanas había, hasta el punto de que, cuando se produjo el ascenso a la máxima categoría ya sólo se contaba con una chica residente en Iznalloz. Cuando Iznalloz no dispuso de pabellón cubierto y la Federación no aceptó la disputa de partidos en pistas loca-les a la intemperie, hubo una diáspora a pabellones de Granada; fue cuando aficionados y aficionadas se despla-zaban cada fin de semana a las distintas canchas de la capital para poder animar a su equipo. En ese momento hubo un cierto desarraigo.
En la temporada 1995-96 el equipo se federó en la segunda división nacional, un reto deportivo para el que todavía no estaba del todo preparado, ocupando el último lugar de la clasificación en una competición integrada por 9 clubes andaluces, con sólo dos triunfos y un total de 14 derrotas, 212 goles marcados y 322 encajados. El campeón fue el conjunto onubense del Palos, seguido de Sevilla, Cádiz, Almuñécar, FEM Málaga, Estepona, Los Barrios y Corchisa. Entre las jugadoras destacamos a Sonia Guerrero, Inma Entrena, Lorena (portera titular, que jugó con el equipo en segunda y después también en primera y división de honor), Esmeralda y Mari Carmen Mesa. El míster fue Paco Ramírez Trujillo, toda una institución en el club.
Aprendida la lección, en la campaña 1996-97, también en segunda, los resultados fueron muy buenos, quedando en cuarta posición. Obtuvo 11 victorias y un empate en los 18 partidos que disputó. De haber quedado tercero, el equipo habría disputado la fase de ascenso. Se marcaron 312 goles, con María Jesús como máxima artillera (68), seguida de Mari Carmen (63) y “Seño” (59). Al conjunto se habían incorporado, entre otras, las hermanas Torres Ruiz, Pepi y Begoña, además de otras que marcaron época, como Encarni Pérez “la Seño”, Isabel Vázquez “Isa” (que también jugó con el equipo en segunda, primera y división de honor), Laura Góngora (pivote, que igualmente jugó de segunda a división de honor), Mari Carmen Yepes, Ana Requena, Tamara, Elena “de las Gabias”, Ana Martínez Chacón “la Zurda” o Carmen Orellana “la Tora”.
En la siguiente temporada (1997-98) Iznalloz quedó campeón de su grupo de segunda, con sólo 4 derrotas, lo que le dio derecho a disputar la fase de ascenso en Valencia contra los primeros de la Región de Murcia y Canarias. El equipo murciano decidió no presentarse y el Iznalloz se lo jugó todo contra el Arenales Tenerife, imponiéndose por un ajustado 21-18. La final del sector enfrentó después a Iznalloz y Maritim de Valencia (25-26), aunque sólo estaba en juego la honra de ser campeón, puesto que ambos equipos ya eran de Primera. La plantilla la compusieron 18 jugadoras, con ocho “canteranas” de Iznalloz: Mari Carmen, Lidia, Mónica, Nieves y María Jesús desde el principio (4 temporadas), la juvenil Sonia (3) y las hermanas Pepi y Begoña. Mónica y María Jesús formaban parte además de la selección granadina juvenil y Sonia de la cadete. Dirigidas por Paco Ramírez (3 temporadas en el club), que tenía como ayudante a Alberto Torres, figuran, como porteras, Lorena (ex del Sierra Nevada, 3 temporadas) y Candi (misma procedencia, 1 temporada); como centrales, Mari Carmen (cantera, 4), Isa (ex Caja Cantabria, 1) y Laura (ex Salesianos, 2); pivotes, “Seño” (ex U. Puleva, 2), Mónica (cantera, 4) e Inma (ex La Ragua, 1); laterales derecho, Nieves (cantera, 4) y Yepes (ex Sani, 2); laterales izquierdo, “Bego” (cantera, 1), Elena y Monset (ambas ex Sierra Nevada, 1 tem-porada); extremos derecho, Lidia (cantera, 4) y “Pepi” (cantera, 1); y extremos izquierdo, María Jesús (cantera, 4) y Tama-ra (ex Sani, 1ª temporada). Completa el cuadro Sonia. Antes de esta campaña, el palmarés de club consistía en dos campeonatos juveniles de Granada y otros tantos sub-campeonatos andaluces en la misma categoría.
Entre 1998 y 2002 el Iznalloz jugó en Primera División Nacional. En la temporada 1998-99 el club, consolidado en todos sus estamentos, debutó con éxito en la primera división nacional, ocupando el séptimo puesto final. En la plantilla destacaron Lorena, Tamara, María Yepes, Laura, Marina Sánchez, Mariángeles, Montse, Elena, Isa, Ana Martínez, Inma Espejo, Mónica Reina, Candi López, “Seño”, “Cenci”, Carmen Orellana o Ana Requena. Observamos por vez primera la ausencia de acatuccitanas (sólo Mónica Reina). Habían dejado la disciplina jugadoras emblemáticas del pueblo, que habían vivido el crecimiento del club y los ascensos, y no habían llegado otras pese al aparente buen trabajo de cantera. Entre los resultados, destacamos una victoria inapelable frente al Torrent de Valencia (28-20), lo que le permitió alzarse hasta la cuarta plaza. También una derrota mínima en Málaga (24-22), frente al Costa del Sol, donde parece que la actuación arbitral terminó por desquiciar a las acatuccitanas, que fue la tercera de la temporada y que alejó al equipo a cuatro puntos del trío de cabeza (Getasur, Elche y Politécnica de Madrid). Empate ante Puertollano (35-35); derrota en casa frente al Elche (28-34), en la que resultó decisiva la descalificación de Marina Sánchez al repeler un escupitajo de una contraria; victoria a domicilio frente al colista Solucar (18-34); una de cal y otra de arena en el derbi granadino ante el Sani, del que procedían varias jugadoras del Iznalloz; cómoda victoria ante el Pincaya (25-20); triunfo a domicilio ante el Torrent (21-24); o derrota final ante el potente Politécnica Madrid (19-29).
En la temporada siguiente (1999-2000) el club realizó una gran campaña, quedando cuarto de su grupo y siendo el primero de los equipos andaluces. En la competición participaron equipos de la talla de los granadinos Granada’74 La Ragua y Sani 28F, además de Elche, Puertollano, Almacenes Los Rosales de Tamaraceite, El Goro del Telde y los valencianos Torrent, Pincaya, Picassent, Sagunto y Alaquas. Iznalloz contó con la novedad de Luis Javier Chirosa Ríos en el banquillo, siendo la base de la plantilla Mar, Nu-ria, Marina, Isabel, Mariángeles, Inma, Noé, Candy, Laura, Caro, Lorena, amén de la internacional islandesa Helga Bryn-jolfsdottir, que estuvo tres campañas. Un equipo renovado.
En la campaña siguiente (2000-2001) el Iznalloz estuvo a las puertas del ascenso, mejorando su clasificación hasta la tercera posición, a tan sólo dos puntos de entrar en la fase de ascenso, siendo, de nuevo, el mejor equipo andaluz de la categoría. Se había firmado a una de las jugadoras que más deben recordarse en el palmarés del club, Carmen Vasilisa Flo-roiu, rumana. Le acompañaron otras destacadas integrantes de la plantilla, como Ana, Ramos, Palmero, Laura, Perdomo, Fornell, Patricia, Sonia, Orellana, Ana María, Estíbaliz, Sandra o Inma.
En la temporada 2001-2002 se logró el histórico ascenso a División de Honor (a la tercera fue la vencida). Esa campaña se había presentado un ambicioso proyecto deportivo y publicitario, diseñado por el presidente y el director general del club, Luis Quiñonero y se consolidó una estructura de equipos de cantera, que incluía un juvenil femenino de Iznalloz y otro de Maracena, con cuyo Ayuntamiento se firmó un convenio, dos cadetes de Maracena, uno femenino y otro masculino, dos infantiles y un alevín mixto y otro alevín femenino.Para el primer equipo se contaba como primer técnico con “Luja” Chirosa (con el título nacional y además profe-sor de la F.C.C.A.F.D. de Granada) y como segundo con José Antonio Doblas (licenciado en Educación Física), siendo entrenador de porteras el director general, Luis Quiñonero, y completando el cuerpo técnico la psicóloga Ester Fernández. La plantilla del ascenso estuvo conformada por Cervera González, Sandra; Moreno Rodríguez, Ana Belén; Palme-ro Maldonado, Nuria; Góngora González, Laura; Sánchez Román, Marina; Orellana Fernández, Carmen; Floroiu, Carmen Vasilisa; Fornell Muñoz, Noelia; Perdomo Quevedo, Cristina; Ramos Cerdán, Mónica; Peña Molina, Patricia; García Ruiz, Ana María; Cervera Bazán, Sonia; Puertollano, Estíbaliz; Jiménez Manzano, Tatiana; Dorado Pelegrina, Irene; Zurita Ro-dríguez, Rocío; y Reyes García, María Eugenia. El equipo había quedado encuadrado en el grupo C de la Primera división nacional, junto a otros andaluces, con-juntos murcianos, varios alicantinos (Elda, Elche y el propio Alicante), valencianos, manchegos (Puertollano) o tinerfeños. Problemas extradeportivos hicieron que Francisco Lucena Fajardo (“Curro Lucena”) sustituyera a “Luja” Chirosa a dos jornadas para el final de la liga regular, apoyándose como segundo en Santiago de la Morena. El trabajo en la fase de ascenso lo completó en realidad un tándem compuesto por Curro Lucena, David Alba e Isa Vázquez. Algunos resultados de la exitosa temporada fueron los siguientes: Móstoles-Iznalloz (19-24); Solúcar-Iznalloz (13-24); Iznalloz-Elda Prestigio (33-17,) Getasur-Iznalloz (21-22); Socorro Valencia-Iznalloz (23-33); Iznalloz-Lanzarote (27-13), Granada 74 Integra2-Iznalloz (13-25); Iznalloz-Móstoles (29-19); Iznalloz-Málaga Costa del Sol (29-26); Elda-Iznalloz (23-32); Iznalloz-Solúcar (35-18)… Sólo dos derrotas en todo el campeonato, en Murcia, a donde viajó Iznalloz sin técnico, por la mínima (19-18) y ante el Integra2-Granada’74, en casa, también por la mínima (19-20), en la última jornada, en un partido muy bronco y polémico en el que el Granada’74 se jugaba la vida para poder jugar la fase de ascenso.
El 27 y 28 de abril de 2002 el Iznalloz jugó la primera fase de ascenso en su pabellón, solventando con éxito sus compromisos frente a Castelldefels y EH. Arrahona de Sabadell. Y entre el 11 y el 13 de mayo jugó la segunda y definitiva fase en Castelldefels, frente a BM Porriño, Caja Cantabria de Santander e Integra2 Granada 74, logrando el ascenso de manera brillante. Iznalloz ganó los cinco partidos: a Castelldefels (27-26) y Arrahona (25-22) primero; y a Porriño (34-26), Granada’74 (26-24) y Caja Cantabria (25-20) después. Así, en la madrugada del 12 al 13 de mayo de 2002 la localidad de Iznalloz vivió una verdadera convulsión con la llegada de sus jugadoras desde Castelldefels. Centenares de aficionados y vecinos aguardaron pacientemente durante toda la tarde y noche la llegada del autobús, que lo hizo a la una de la madrugada. Pancartas, cava, fuegos de artificio, luz y sonido en la plaza de la Constitución fueron los complementos a una macrofiesta que no dejó dormir a casi nadie en el pueblo y que se prolongó hasta altas horas. No era para menos. Los éxitos deportivos no terminaron con el ascenso, ya que una representación de jugadoras del equipo (algunas nuevas fichadas para el debut en División de Honor), bajo el nombre de Iznalloz, se proclamó Campeón del VI Campeonato de España de Balonmano Playa. En el torneo, disputado en la localidad alicantina de Pilar de la Horadada, con la participación de 80 equipos (48 masculinos y 32 femeninos), se impusieron Barbate en masculino e Iznalloz en femenino, poniendo de esta forma un brillante colofón a la campaña del ascenso a la división de honor. En la final, disputada el 7 de julio, se ganó al Málaga Costa del Sol, destacando Noelia Fornell, denominada mejor jugadora del torneo, obteniendo además el trofeo al mejor gol de la final.
La 2002-2003 fue la primera temporada en División de Honor. La nueva andadura en la máxima categoría nacio-nal supuso todo un reto, habiéndose fichado a jugadoras muy expertas como la internacional por España Isabel Iruela (que luego fue entrenadora), la internacional francesa Fanta Diague, la hispano-rusa Rita Davidoskaia, la portera internacional macedonia Oksana Maslova, la extremo canaria Paqui Melián, otras nacionales como Cristina Chinchilla u Olatz Ezenarro. Se dio de baja a cuatro jugadoras muy importantes (la mítica Carmen Floroiu, y las nacionales Cristina Perdomo, Nuria Palmero y Sandra Cervera) y se renovó a Sonia Cervera, Irene Dorado, Mónica Ramos, Noelia Fornell, Ana María García, Laura Góngora y la rondeña Marina Sánchez, esta última convocada para la selección nacional de balonmano playa. La plantilla quedaría integrada finalmente por Marina Sánchez, Noelia Fornell, Laura Góngora, Carmen Orellana, Isabel Iruela (internacional absoluta con España), Fanta Diagne, Rita Davidovskaya, Ana Santamaría, Mónica Ramos (inter-nacional absoluta también), Paqui Melián, Cristina Chinchilla, Mari Paz Navarro, Olat Ezenarro, Pilar López, Reyes Brayo, Ingrid García, Mari Paz Blanco, Oksana Maslova y Zagorka Bastovanovic. El primer entrenador pasó a ser el prestigioso preparador croata Nikola Milos (1956), destacado jugador tanto en Yugoeslavia como Italia y España, a la vez que técnico experimentado, aunque fue ésta casi su única experiencia en equipos femeninos. Renunció, sin embargo, a los tres meses, quedando como entrenadora-jugadora Isabel Iruela. Como ayudante inició la temporada David Ortega. El presupuesto para esa campaña fue de 300.507 euros, cubiertos con la aportación de la Diputación (42.070 eu-ros), Junta Andalucía-Deporte Andaluz (24.040 euros), publicidad en las equipaciones (24.650), otra publicidad (30.000), socios (15.025 euros), venta de entradas (2.254) y subvención del Ayuntamiento de Iznalloz (3.005 euros). El equipo, que llegó a contar con más de un centenar de socios, debutó en la máxima categoría el 15 de septiem-bre de 2002, cayendo derrotado frente al Bera Bera de San Sebastián. Aunque todavía no de manera oficial, la División de Honor femenina comenzó entonces a ser llamada SUPERLI-GA FEMENINA. Esa campaña contó con 16 equipos en un solo grupo, con un calendario de 30 jornadas, siendo los más fuertes El Osito L’Eliana de Valencia (23 títulos) y el Ferrobús Mislata de la misma comunidad (eterno aspirante), seguidos de Alsa Elda Prestigio, Akaba Bera Bera de San Sebastián y Vícar Goya Jarquil de Almería. En un tercer escalón, Ro’casa Gran Canaria, Itxaco de Estella (Navarra), Manufacturas Teleno León, Mar Alicante, Costa Teguise de Tachite-Lanzarote, Alucine Alser Sagunto, UE Lleida, BM Elche y Arrahona Gapsa Sabadell (que había ascendido con el Iznalloz). La temporada fue más que aceptable en términos deportivos, especialmente antes del tramo final, obteniéndose 22 puntos, después de 10 victorias y dos empates, aparte de las 18 derrotas, con una media de goles a favor de 22,3 y en contra de 26,5 (novena plaza, con 10 puntos sobre el descenso).
El nombre del equipo esa campaña fue Club Balonmano Venta de la Nava Iznalloz, gracias al patrocinio de este tradicional complejo de hostelería acatuccitano. El calendario de liga quiso que en el último partido el Alsa ELDA Prestigio visitase Iznalloz con la obligación de no perder para proclamarse campeón. Ganó 22-29, en lo que fue una fiesta para sus aficionados desplazados en masa el 23 de mayo de 2003. En el anecdotario queda la primera retransmisión en directo de un encuentro deportivo en Iznalloz. Fue el partido correspondiente a la final de la II Copa de Andalucía de balonmano femenino, disputado entre los dos únicos equipos andaluces por entonces en la élite, el C. B. Iznalloz y el potente Vícar Goya-Jarquil, que ganaron las forasteras, emitido en una mañana de domingo de 2003 por Canal Sur 2 televisión.
En la segunda temporada en la Superliga (2003-2004) hubo dos equipos menos, con lo cual el Iznalloz, patrocina-do en esta ocasión por Transarmilla-Cargo, disputó 26 partidos, logrando apenas 6 triunfos y un total de 12 puntos, que fue, no obstante, suficiente para meter tres clubes por detrás (Valencia, Elche y Leganés), dos de los cuales descendie-ron. Se marcaron 563 goles, a una media de 21,65 por partido, y se encajaron 764, con una media 29,4, guarismos notoria-mente peores que la campaña anterior. La tranquilidad clasificatoria no llegó hasta la victoria (28-25) ante Lleida en la antepenúltima jornada de liga. La plantilla de ese año estuvo compuesta por Robles y Ana como porteras; Laura, Marina, Fanta, Noelia, Cristina Orza (rumana que acabó quedándose a vivir en Iznalloz), Oli, Irigoyen, Itxaco, Viorica y Gabi.
Aunque se había logrado salvar la categoría, teniendo plaza para disputar también en División de Ho-nor la siguiente (2004-2005), los problemas económicos impidieron tramitar fichas y, tras no presentarse el equipo los dos primeros partidos de liga, fue descalificado y matemáticamente descendido, aunque lo que acabó sucediendo es que desapareció por completo, pudiendo en última instancia vender su plaza de descendido al mejor postor. Con la desaparición del club de balonmano el deporte acatuccitano experimentará un vacío del que es difícil que se recupere completamente algún día. Esta desaparición provocó también el final de su trabajo de cantera con juveniles, cadetes, infantiles y benjamines, equipos que participaron varios años en los juegos de-portivos andaluces, en algunos casos en colaboración con las instituciones de otros municipios, como Maracena, para que, de esta manera, pudiesen constituirse equipos conjuntos que permitiesen mayor participación y mejor desarrollo de las competiciones.
Autor: Alejandro Quesada Garrido
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